domingo, 30 de diciembre de 2007

Caos en la entrega de rehenes

Cuando todo el mundo creía que era cuestión de horas la anunciada entrega de la ex parlamentaria colombiana Consuelo González, la ex candidata a la Vicepresidencia Clara Roja y su hijo nacido en cautiverio Emmanuel, una declaración del Comité Internacional de la Cruz Roja cayó como un jarro de agua fría. El organismo humanitario anunció que aún no tenía las coordenadas del lugar exacto de la selva del sureste de Colombia donde serían entregados los tres cautivos. «Todavía no las tenemos. Una vez las recibamos directamente de ellos (las FARC) o a través de otras fuentes, como el Gobierno venezolano, lo que haríamos es solicitar al Gobierno colombiano las garantías de seguridad», indicó a France Presse Yves Heller, jefe en Colombia del CICR, organismo a cargo de esta operación.
La sorpresa fue evidente entre el centenar y medio de periodistas que cubren el rescate desde el jueves en el aeropuerto de Vanguardia. Allí permanecen desde el viernes los dos helicópteros venezolanos, con emblemas del CICR, que deben llevar a los rehenes a Caracas. Las informaciones procedentes de Venezuela alimentaron la expectación, al confirmarse por la tarde la partida hacia Villavicencio de los aviones con los siete garantes internacionales, que ayer pernoctaron en esa ciudad colombiana. Se espera que, pese a las dudas, hoy por la mañana participen en la segunda fase, que es la entrega de los rehenes.
Sin hora fija
El portavoz presidencial colombiano César Mauricio Velázquez ya había advertido el viernes que no había «un momento fijo ni una hora para el inicio de la segunda etapa del proceso», en la cual el CICR vuela hasta un lugar de la selva para recibir a los rehenes. El retraso dio pie a todo tipo de rumores, incluida la supuesta exigencia de Bogotá para que le suministraran las coordenadas.
Tras el pistoletazo con el despegue de los helicópteros rusos y aviones Falcon de la operación «Emmanuel», así denominada por Chávez este viernes, con todos sus ingredientes de espectáculo cinematográfico debido al rodaje del hollywoodiense Oliver Stone, el rescate debía haber comenzado a primera hora de la mañana de ayer.
Mientras el cineasta y Chávez se elogiaban en el aeropuerto de Santo Domingo, el ex presidente argentino le preguntó al mandatario venezolano cuándo iba a dejar la Presidencia, a lo que éste le respondió en inglés: «I really don´t know», cuando en verdad le toca en enero de 2013.
Ante la angustiosa espera de los familiares de las víctimas y cuando los ojos del mundo están puestos en el rescate, el esposo de Cristina de Kirchner dijo que la operación era muy «delicada» y no se podía resolver en tan corto tiempo, por lo que pidió paciencia. Pero su participación en la comitiva internacional también es un espaldarazo a Chávez por el escándalo de la maleta incautada en Argentina al empresario estadounidense-venezolano Guido Antonini Wilson, con dinero clandestino supuestamente para la campaña presidencial, que investiga la Justicia de Estados Unidos.
El comisionado para la paz precisó en Villavicencio que las aeronaves venezolanas tendrán permiso para volar en el espacio aéreo de Colombia hasta las siete de la noche. Esto suponía que la operación podía prolongarse. La delegada de la Cruz Roja en Colombia, Barbara Hintermann, aseguró que la recepción de los tres rehenes no pudo producirse el viernes por cuestiones de seguridad. Añadió que el rescate puede durar varios días, como sucedió con la reciente recuperación de los cadáveres de los once diputados asesinados por las FARC.
Los siete garantes
Néstor Kirchner, ex presidente de Argentina
Marco Aurelio García, asesor de política exterior del presidente brasileño Lula da Silva
Hadelin de la Tour du Pin, embajador de Francia en Venezuela
Germán Sánchez Otero, embajador de Cuba en Caracas
Gustavo Larrea, ex ministro de Interior ecuatoriano con Correa
Armin Ritz, embajador de Suiza en Venezuela
Sacha Llorenti, viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales del Gobierno de Bolivia

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