China prohíbe y castiga el envío de SMS que “propaguen rumores”

Impedir por ley el acceso a la información y su difusión es costumbre de las autoridades pequinesas. La primera víctima de la era tecnológica fue Internet y ahora le ha tocado a los mensajes de texto enviados por teléfono móvil –180 millones salen cada día de China–. Los “rumores” que pueden afectar a la “seguridad pública” serán perseguidos y castigados. Al menos esa es la intención.

L D (EFE) Las autoridades pequinesas emitieron este mes un comunicado prohibiendo el envío de mensajes de texto a través de móvil que "propaguen rumores y atenten contra la seguridad pública", según un comunicado de una ONG recibido hoy por Efe.

Según la ONG Chinese Human Rights Defenders (CHRD), desde el 17 de diciembre los individuos que envíen estos mensajes serán investigados y castigados en virtud de la ley del Buró de Seguridad Pública y del departamento de Telecomunicaciones.

En China, uno de los países con mayor censura y donde se envían cada día una media de 180 millones de mensajes de texto, este medio se ha convertido en uno de los más importantes, junto con los "chats" de internet, para difundir información censurada en los medios estatales.

Los mensajes de texto se conocen en China como "el quinto medio", y este año fueron usados para difundir un caso flagrante de contaminación en Xiamen (sureste de China) que desembocó en una manifestación masiva obligando al gobierno a tomar medidas medioambientales.

Antes de aprobarse esta circular, CHRD dice haber detectado casos de represión por envío de mensajes de móvil, como la detención de Qin Zhongfei en agosto de 2006 por enviar un poema que criticaba al gobierno local de su localidad, en Sichuan (suroeste).

El artículo 35 de la constitución china garantiza la libertad de expresión, y China firmó la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aunque todavía no la ha ratificado. CHRD recuerda que la ley china también protege el derecho a la privacidad de la correspondencia mediante el artículo 40 de su constitución.

Los Juegos Olímpicos de agosto están en el punto de mira de todos los grupos defensores de los derechos humanos debido a la censura y represión del régimen autoritario chino.