lunes, 31 de diciembre de 2007

La llegada del euro preocupa a los consumidores de Chipre y Malta

NICOSIA (AFP) — Menos de cuatro años después de su entrada en la Unión Europea, en 2004, Chipre y Malta esperan el arribo del euro el 1 de enero con impaciencia, pero también con cierta preocupación por la inflación, en momentos en que el alza de los precios en la Eurozona roza el 3%.

Tanto en Nicosia como en La Valeta, capitales de Chipre y Malta, la llegada de la moneda única se anuncia a bombo y platillo; todo parece estar listo para recibir el euro y las camionetas de transporte de fondos escoltadas por guardias de seguridad abastecen desde septiembre y octubre pasado a los bancos de ambos países.

Pese a todo, muchos de los 800.000 habitantes de Chipre y de los 400.000 de Malta son reacios a despedirse de la libra chipriota y de la lira maltesa. "Hay que vivir con el euro para ver cómo afectará al costo de la vida. Psicológicamente, las personas esperan lo peor", explicó a la AFP Christofis Christofi, jefe de una tienda de ropa en Nicosia.

El ingreso per cápita en Chipre es un 10% inferior al promedio europeo. "Estoy listo para el euro pero pienso que deberíamos haber mantenido la libra", añadió. "Si el euro está tan bien ¿por qué no lo adoptó Gran Bretaña?", se preguntó.

Para Anastasia Kolokasides, un ama de casa chipriota, el abandono de la libra tendrá un impacto negativo. "El euro es quizás bueno para las grandes empresas, pero ¿qué hizo la UE por nosotros? Sólo veo que la vida será más cara", lamentó. Según sondeos recientes efectuados por la UE, cerca del 70% de los chipriotas y de los malteses estiman que el euro acarreará un alza de la inflación (actualmente del 3%) y será una oportunidad para los defraudadores.

El Banco Central Chipriota (CBC) refuta estos argumentos basándose en la experiencia de otros países de la zona euro. "La percepción de la gente es una cosa, lo que pase realmente es otra. Estadísticamente, esa percepción no se mantiene", dijo a la AFP uno de los directores del CBC, Kyriacos Zingas. "Los precios incluso bajarán ligeramente" porque los supermercados ya anunciaron su decisión de redondearlos por el decimal inferior, añadió.

El gobierno de Malta también alentó a las principales cadenas de distribución a redondear sus precios por el decimal inferior durante la conversión, pero la inflación sigue siendo, no obstante, la principal preocupación de los malteses, según el último Eurobarómetro publicado por Bruselas.

Frente a los riesgos de inflación, el gobierno maltés firmó 12 acuerdos de estabilización de los precios, válidos desde octubre de 2007 hasta marzo de 2008, con importadores, que cubren 6.700 productos y servicios. El sindicato maltés UHM, por su lado, envía regularmente a 200 compradores de incógnito a controlar los precios entre los importadores y los comerciantes, con la misión de denunciar eventuales alzas abusivas.

Malta depende totalmente del extranjero para su energía y en gran medida para su alimentación, lo cual también repercute sobre la inflación.

El ministerio de Finanzas de Chipre, por su lado, vigila asimismo los precios y alienta a los consumidores a denunciar cualquier subida sospechosa. Las alzas indebidas se han convertido asimismo en un delito que se puede sancionar con penas de cárcel.

Al cambio oficial del 1 de enero, una libra chipriota valdrá 1,71 euros y una lira maltesa 2,32 euros, por lo cual las compras parecerán más caras y las grandes empresas tendrán un menor margen para aumentar los precios en la confusión del 1 de enero, estiman los analistas financieros.

La adopción del euro atraerá igualmente a inversores, estimulará el crecimiento y aumentará la estabilidad monetaria, pronostican los expertos.

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