Tras más de un año en la carretera, Fito & Fitipaldis ponen fin en Madrid a una exitosa gira de más de cien conciertos por todos los rincones del país. Anoche, el rockero, con su inseparable boina y su cigarro siempre encendido, hizo mover el esqueleto a las 15.000 personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes de la Comunidad en un concierto largo, intenso y vibrante. Hoy más.
Justo un año más tarde, y con las entradas agotadas, el grupo ha vuelto al recinto madrileño para ofrecer de nuevo un repertorio que sobre todo combinó los temas de sus últimos álbumes, "Por la boca vive el pez" (2006) y "Lo más lejos, a tu lado" (2003), pero en el que también sonaron, cómo no, algunas de las canciones de sus dos primeros trabajos: "A puerta cerrada" (1998) y "Los sueños locos" (2001).
Tras una espera amenizada por la música del cantante madrileño Quique González y su nueva banda, La aristocracia del barrio, el rockero Fito y sus Fitipaldis abrieron el concierto con "Un buen castigo", "Viene y va" y "Por la boca vive el pez".
Continuó con "Whisky barato", "Donde todo empieza", "Me equivocaría otra vez", "Como pollo sin cabeza", la versión del tema de Los Rebeldes "Quiero ser una estrella", "Cerca de las vías" —con Quique González acompañándolo—, "Rojitas las orejas", "¡Qué divertido!" y "El funeral".
Bisas para todos
Para que los más nostálgicos no se quedaran sin regalo sonaron también la versión del tema de Extremoduro "Deltoya", "Trozos de cristal" y "Abrazado a la tristeza" —del proyecto Extrechinato y Tú—. Para los recién llegados, "La casa por el tejado", "Medalla de cartón" y una coreadísima "Soldadito marinero".
Tras casi dos horas y media de concierto, el músico se despidió de su entregada audiencia con "Esta noche" y "Acabo de llegar".
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