Así lo anunciaron ayer Dorothy Slim y Robert Di Cheli, responsables de comunicación de ambas entidades, que añadieron además que se proyecta una base de lanzamiento desde la base de Guantánamo, desde la que ya se ha realizado una primera experiencia con un grupo de prisioneros que se encuentra en la base estadounidense.
La responsable de operaciones desde la isla cubana será la conocida astróloga Martha Green, aunque posteriormente será relevada por el profesor argentino Miguel Ángel Sancho Guillén Ubieta.
Según revelaron Slim y Di Cheli el objetivo "es llevar al espacio a un grupo de turistas que pasarán una semana en la estación espacial, donde convivirán con los astronautas y podrán incluso participar en los experimentos que allí se realizan".
La Nasa y La Agencia Espacial Europea compartirán el coste y el beneficio de la iniciativa, cuyo montante asciende a más de 1.000 millones de dólares.
Los responsables de la operación no han revelado el coste que tendrá la adquisición de alguno de los cinco pasajes que se pondrán a la venta, aunque -aclaro Di Cheli-, no superarán los 200.000 dólares.
Otro de los datos que ha trascendido se refiere al nombre de la nave que transportará a los cinco primeros afortunados y que, por sorpresa, será muy español. "Se llamará la Santamaría, en honor de una de las tres carabelas con las que Cristóbal Colon unió hace quinientos anos ambos continentes".
No será el único nombre español que forme parte de la novedosa operación. La Puerta de Alcalá, Maldonado y Zarza, -apellidos muy castellanos-, serán los nombres de algunas de las cinco estancias que la NASA ha preparado ya en la estación para estos nuevos turistas espaciales. Las estancias contarán incluso con bañera de hidromasaje y otra serie de lujos inéditos en la Estación, con el fin de que "la dureza que supondrá la adaptación, tenga doble recompensa una vez en el espacio", dijo Slim.
Los viajes turísticos al espacio podrían producirse cinco veces al año, en el caso de que el primer viaje tuviera éxito y no provocara "demasiados problemas en la Estación espacial", dijo Slim; y permitirían llevar hasta allí a un grupo de unas cinco personas, que tendrían que pasar por un duro entrenamiento de al menos un mes de duración previo a su salida al espacio.
La Santamaría, ya en construcción, contará igualmente con más comodidades que los actuales transbordadores espaciales. Di Cheli y Slim terminaron su intervención animando a "quienes puedan afrontar su coste" a estar atentos a la oferta publica para "realizar una experiencia irrepetible", dijeron. "Pronto se anunciará en todas las agencias de viaje de Europa y Estados Unidos".
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