ALBERTO GÓMEZ · M. Di Campiglio Felipe Massa está demasiado confiado. La palabra de los dirigentes de Ferrari, que aseguran que habrá un trato igualitario entre sus dos pilotos, y la reciente renovación del brasileño por la Scuderia le permiten mirar desde una cierta actitud insolente todo aquello que acontece a su alrededor. Massa quiere ser campeón y lo repite hasta la saciedad.
No le importa tener de vecino a Kimi Raikkonen, “que me felicitó cuando fue campeón, con pocas palabras, como es él”, y piensa que 2008 puede ser su año.
Felipe cuenta para este ejercicio con McLaren de nuevo en la lucha por el título. “No sé si McLaren será muy fuerte, pero estará ahí. Luego, habrá que ver otros equipos. Renault es una incógnita, pero creo que Alonso podría ayudar a que el coche mejore”, agregó.
El brasileño, acuciado por la renovación con Ferrari, nunca dio importancia a las voces que afirmaban que Fernando Alonso terminaría ocupando su asiento. “Jamás me importó todo lo que se escribía o se decía. Cero. Cuando la gente rumoreaba que podía venir a Ferrari yo ya había firmado”, aseguró.
También habló de Hamilton. “Lewis nos ha sorprendido a todos”, apuntó Felipe, que subrayó la capacidad del inglés “para rodar rápido y ser consistente durante toda la temporada, algo inesperado en un debutante”, reconocía.
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