sábado, 5 de enero de 2008

Valencia gana la Copa América

El balance final del Gobierno valenciano estima que la inversión pública ha supuesto el 74% del impacto económico generado, mientras que los visitantes se gastaron 165,2 millones de euros.

En medio de la marejada que arrecia sobre la próxima edición de la Copa América de vela por el enfrentamiento judicial entre el actual poseedor del título y organizador, el equipo suizo Alinghi, y su rival estadounidense BMW-Oracle, el Gobierno valenciano reveló ayer el primer informe que trata de reflejar el impacto real de la histórica competición de vela en aguas valencianas.

Un estudio que revela que durante los tres años y medio que la Copa América ha permanecido anclada en la ciudad se ha tenido un impacto económico de 2.768 millones de euros y que las inversiones públicas han sido el principal catalizador de esta inyección.

Según los datos recogidos por el informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, las administraciones públicas han invertido en estos años 2.063 millones de euros en distintos aspectos ligados en mayor o menor medida al evento. En esta lista de inversiones se encuentran algunas claramente vinculadas a la competición, como la reforma portuaria, y otras cuya relación no resulta tan perceptible, como la construcción de centros de salud, la finalización de una línea de metro o la ampliación del aeropuerto que ya estaban previstas antes de que Valencia se postulase para acoger las regatas.

Equipos y turistas
Lo que está fuera de toda duda y viene a demostrar el interés de la capital valenciana en mantener el trofeo es el gasto generado tanto por los equipos participantes como por los turistas. De los 835 millones de euros de presupuesto que sumaron los doce equipos participantes en la pasada edición, 355 millones se quedaron en la ciudad.

Por su parte, los visitantes atraidos a la ciudad con motivo de la competición dejaron en la ciudad 165,2 millones de euros. En estos ingresos se incluyen tanto los procedentes de los 2,4 millones de turistas, como de los 187 megayates que atracaron en los muelles y los periodistas acreditados –1.850 en las semifinales–. “El 80% del gasto turístico se generó en la recta final del trofeo –entre mayo y julio pasados–”, según explicó Joaquín Maudos, uno de los autores del estudio.

En el caso de la empresa organizadora, la suiza ACM, vinculada al Alinghi, la inversión en Valencia no llegó a la mitad de su presupuesto. La oganización se gastó 95 millones de euros en la ciudad, prácticamente el canon que Estado, Gobierno regional y local le abonaron para acoger el evento deportivo, de 90 millones.

La próxima edición reducirá sus efectos económicos en una cuarta parte
El fuerte peso de las inversiones públicas para albergar la competición náutica con más historia ha convertido al puerto de Valencia en el candidato idóneo para celebrar la próxima edición. Según el consejero de Economía valenciano, Gerardo Camps, su impacto inicial se podría cifrar en unos 686 millones de euros, teniendo en cuenta el gasto corriente generado en la 32 edición.

Sin embargo, la próxima cita sigue aún rodeada de incertidumbre, después de que Alinghi haya recurrido la sentencia de un tribunal de Nueva York que daba la razón a su rival estadounidense, el BMW Oracle, que no consideraba lícita la convocatoria de la 33 edición. Aunque públicamente ambos equipos se muestran dispuestos a continuar en Valencia, aún sigue siendo una incógnita el formato de la regata –podría llegar a ser sólo entre los dos– y las fechas –inicialmente la fase final se iba a celebrar en el verano de 2009–.

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